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Análisis de los inconvenientes y las ventajas del sorteo y la representación como mecanismos políticos a través de David Van Reybrouck

Hispanoamérica Opinión y Ensayos Política

Para el siguiente ensayo usaremos las ideas del politólogo belga David Van Reybrouck expresadas en su libro “Contra las elecciones: Cómo salvar la democracia” y en su artículo “Why elections are bad for democracy” publicado en junio de 2016 en el portal de internet del diario The Guardian. En estos critica las elecciones como elemento institucional básico, fundamental y único para la toma de decisiones o selección de los representantes a los cargos en el gobierno e instituciones democráticas. Y en cambio, alternativamente, propone y defiende otros métodos como el sorteo o la selección aleatoria de representantes para la gestión democrática.

“Con la democracia ocurre algo curioso: todo el mundo la desea, pero nadie cree en ella” (REYBROUCK, 2017, pos. 19) Reybrouck inicia su libro con una frase sencilla que encierra mucha poder y verdad. La tan deseada democracia, entendida como mera elección de representantes, no satisface las reales expectativas y necesidades de una sociedad.

Los representantes una vez elegidos no tiene la obligación legal (quizás moral) de hacer cumplir sus promesas electorales; por ende, sus electores mutan su interés y apoyo entre cada elección. Esta opinión queda confirmada con “Los ciudadanos apenas se informan sobre la política, no deliberan demasiado sobre lo que mejor conviene desde el punto de vista de la colectividad. Los representantes, por su parte, actúan en mayor medida motivados por su carrera política y la de los partidos oligárquicos a los que pertenecen que por el bien de los representados. Los métodos de votación son arbitrarios y sus resultados no tienen por qué ser coherentes con las preferencias de las personas. El autogobierno es por tanto imposible. No hay tanta diferencia entre elegir a los representantes mediante elecciones o tirando una moneda al aire.” (SÁNCHEZ-CUENCA, 2010, pos. 228).

Dejar a la democracia reducida al voto puede degenerar en una crisis de gobernabilidad o de legitimidad, para ello dos ejemplos: primero “Lo dramático es que en la Venezuela democrática, la antipolítica se hizo poder con un amplio respaldo popular” [STAMBOULI, 2002, pág. 217] entendiéndose como Venezuela democrática a la anterior a la llegada al poder de Hugo Rafael Chávez Frías en diciembre de 1998. Segundo: en las elecciones parlamentarias de Venezuela de 2005 (Venezuela, 2005) hubo un llamado masivo a la abstención por parte de los partidos políticos de oposición al régimen de Chávez. El resultado de aquella elección fue de 100% de curules en la asamblea nacional a la coalición del régimen gobernante con una participación que apenas superaba el 25%, este evento fue el punto de inflexión para la desaparición de la democracia en Venezuela. Con estos dos ejemplos, extremos entre sí, podemos dar evidencia que en una democracia con elecciones puede promover su autodestrucción y tendrá un aval, sello de garantía, democrático.  Tal como manifiesta [CROZIER y FRIEDBERG, 1977] con los efectos perversos de la acción colectiva “…la oposición a menudo fatal entre las orientaciones y las intuiciones de los actores y el efecto de conjunto de sus comportamientos en el tiempo, este mecanismo fundamental que hace que queriendo el bien, terminemos por realizar el mal.” A toda luz se puede apreciar los efectos de la Venezuela democrática versus lo que es hoy; muy alejada de los conceptos formales que definen la democracia y más cercano a sistemas de autócratas. Por otro lado, la legitimidad queda expuesta, aunque adornada con el sello democrático por haber sido refrendada en elecciones libres, cuando tan solo un cuarto de la población habilitada para elegir ha ejercido su derecho al voto.  Tal como propone (REYBROUCK, 2017, pos. 122) es más justo y democrático que queden vacíos los curules para poder representar esa masiva abstención manifiesta en dicha elección.

Dahl nos recuerda que las elecciones fue en su momento parte de un conjunto más amplio de herramientas democráticas. Las elecciones era solamente una de ellas, y sin embargo en la contemporaneidad es la única. Nos olvidamos, como sociedad, que “…las elecciones no fomenten automáticamente la democratización y que, en realidad, puedan llegar a frenarla y acabar con ella es algo que se relega al olvido por comodidad.” (REYBROUCK, 2017, pos. 531). Para el sistema político, que es el motor que conglomera la representación de las personas, su fin se transmuta hacia una maquinaria que simplemente evoluciona para ganar elecciones, concentrar el poder en el partido, en los burócratas y poco más (REYBROUCK, 2016).

¿Pero qué alternativa tenemos? De qué manera se le puede devolver el poder a las personas y que realmente sean éstas las que gestionen y conduzcan las mejoras necesarias en su entorno cercano. Tendrá algún sentido en pleno siglo XXI volver a los principios básicos de la visión griega donde “La participación ciudadana no se limitaba, empero, a las reuniones de la Asamblea: incluía asimismo la administración de la ciudad. Se ha estimado que en Atenas debían cubrirse más de un millar de cargos públicos (unos pocos mediante elecciones, el resto echando suertes)” (DAHL, 1991, pág. 29).

El sorteo (echar a la suerte) y la rotación es lo que nos propone Reybrouck. Expone que ayudaría a corregir las deficiencias del modelo actual basado en la exclusividad de las elecciones libres y periódicas. Reduciría (faltaría demostrarlo) la corrupción y devolvería el foco a las necesidades de las personas en sus comunidades. Además, indica que sí bien las personas no serían expertas, éstas tienen la libertad (Entendiendo libertad a no tener alguna atadura de aparato político o gobierno de fondo) para gestionar las actividades y las instituciones. Y contar con el respaldo de la opinión pública de un grupo de expertos o de colaboradores que ayuden en las actividades que estos nuevos funcionarios públicos deberán afrontar.

Lo complejo es el cómo llevar a cabo estas ideas de gobernar con personas elegidos por sorteo. Garantizar que una persona pueda apartarse de sus funciones habituales de trabajo para su subsistencia y la de su familia, para poder gestionar un cargo público durante un tiempo y que este luego tenga la garantía que pueda volver a su rutina habitual previa al sorteo. Es por estas dudas (entre muchas más) que se puede inferir que existan opiniones que no perciban este proceso como una solución real y por el contrario puede llevar al fin de las democracias (REYBROUCK, 2016). Sin embargo, ya hemos dado ejemplo de cómo las democracias pueden morir sin el sorteo y con exclusivamente el uso de elecciones. La muerte de una democracia no es exclusividad de un sistema en particular, se puede dar por cualquier vía, incluso en democracias con elecciones libres.

Superadas todas estas cuestiones prácticas, entonces, sería muy favorable que un conjunto de la sociedad diversa en lo político, religioso, económico y social pueda acordar los puntos de vista para en beneficio de su comunidad. Sería a toda vista y con mucha probabilidad de tener la legitimación entre sus pares en la sociedad y por ende aceptación en las decisiones que de ahí emanen. Esta propuesta subsanaría el desinterés generalizado por la política y la actividad pública. Las personas tendrán que acordar (no basados en su experiencia política o dialéctica sino en sus necesidades reales, como personas de a pie) todas aquellas soluciones inmediatas, mediano y largo plazo para mejorar su entorne cercano. Esto es lo más parecido a la democracia que uno pueda imaginarse. Incluso rozaría lo utópico si no fuera porque existen muchos elementos previos a ser resueltos para poder hacer realidad algo tan sencillo y a la vez complejo, como lo es un sistema de sorteo para la participación ciudadana en las instituciones públicas y de gobierno. Si bien estoy de acuerdo que, para comunidades, barrios, municipios este sistema de sorteo puede funcionar y ser exitoso. Para el ámbito nacional, tengo mis dudas. Y es por ello por lo que «el órgano compuesto por ciudadanos elegidos mediante sorteo no se considere nunca como un órgano separado del de miembros electos, sino como uno complementario» (REYBROUCK, 2017, pos. 1675). De tal manera, el sistema de elecciones no se elimina, se siguen eligiendo personas o partidos que representen a la sociedad, pero ésta se complementa con un grupo de personas que son elegidos por sorteo. A todas luces, mucho mejor esto que simplemente seguir con las asambleas partidistas que con sus maquinarias electorales cortejan, enamoran, consiguen el favor y luego olvidan hasta el siguiente periodo electoral donde desempolvan y aceitan nuevamente la maquinaria.

Referencias bibliográficas

• Van REYBROUCK, David (2017). Contra las elecciones: Cómo salvar la democracia. Editorial: Taurus. Traducción de Marta Mabres Vicens. Versión Kindle.

• SÁNCHEZ-CUENCA, Ignacio. (2010). “Más democracia, menos liberalismo”. Buenos Aires: Katz editores. ISBN: 978-84-92946-02-0, 978-84-9294-56-3. Versión Kindle.

• STAMBOULI, Andrés. (2002). La política extraviada, una historia de Medina a Chávez. Caracas: Fundación para la cultura urbana, 2002. ISBN: 980-07-8496-9.

• CROZIER, Michel de. FRIEDBERG, Erhard. (1977). L´Acteur et le Systeme. Paris: Editions du Seuil, 1977.
Traducción y condensación de Antonio Cova Maduro, revisión de Ana Barreto.

• Van REYBROUCK, David (2016). “Why elections are bad for democracy”. Diario The Guardian (29 de junio de 2016). Hipervínculo: https://www.theguardian.com/politics/2016/jun/29/why-elections-are-bad-for-democracy

• DAHL, Robert A. (1991). La democracia y sus críticos. Buenos Aires: Paidós, 1991. ISBN 950-12-5408-9, 0-300-04409-7.

• (Venezuela, 2005) Elecciones parlamentarias de Venezuela de 2005. Wikipedia.
Hipervínculo: https://es.wikipedia.org/wiki/Elecciones_parlamentarias_de_Venezuela_de_2005

Item Type: Journal Article
Author: Manuel A. Hernández-Giuliani
Publication: UOC
Volume: 20231 M7.102
Issue: 1
Date: 11-2023
Series: Maestría Análisis Político – UOC
Series Title: La democreacia: teoría y análisis
Language: es
Rights: Licencia Creative Commons Atribución-CompartirIgual 4.0 Internacional (CC-BY-SA)